Lo primero que te viene a la cabeza al terminar las clases es la pregunta de cómo será la empresa a la que voy a ir, habrá buen ambiente en ella, me ayudarán con las dudas, qué tipos de funciones desempeñaré ahí... y una infinidad de preguntas sin respuesta.
Pero ninguna de las ideas preconcebidas que te puedas hacer sobre tu futura empresa de prácticas va a ser la real.
Pero las dudas y la incertidumbre llegan a su fin el primer día que acudes a la empresa.
En ese día de nervios me recibió mi tutora y jefa al mismo tiempo de la empresa, tras realizar un breve recorrido por las instalaciones y diferentes departamentos de la empresa, me presentó a los compañeros que trabajaban en la Fundación Icil.
Seguido de esto, me encomendaron cuáles iban a ser mis futuras tareas y procedieron a explicarme en que consistían estas.
Con el paso de los días mis dudas sobre las diferentes tareas encomendadas fueron disminuyendo y mi soltura aumentando al mismo tiempo.
Con el paso de los días mi confianza con las diferentes personas de la empresa fue aumentando, ya que mis compañeras hacían que me sintiera como un miembro más de la organización y recibía un trato excelente por su parte.
En conclusión, una experiencia muy enriquecedora y recomendable para todo el mundo, ya que te proporciona un contacto real con el mundo laboral y te prepara para el futuro.
David Pacual
